Ayer
3 de mayo de 2012 a las 22:27 horas argentina, la Cámara de Diputados de nuestro país aprobó el proyecto de ley que expropia el 51% del paquete accionario de la empresa Repsol-YPF volviéndola nuevamente al ámbito del estado. Fueron 208 votos positivos, 32 en contra y 5 abstenciones. Un enorme apoyo político a esta iniciativa política. Una medida de
altísimo voltaje político que tuvo en ambas cámaras una aceptación sin paragón desde el 2003 a esta parte. Con un correlato directo y abrumador de nuestro pueblo que apoya la medida en un 90 por ciento.
Todo
el proceso político, ideológico, filosófico y cultural que se desencadenó a
partir del 16 de abril cuando la presidenta anuncia el envío del proyecto al Congreso, queda condensado magistralmente en estos 34,11 minutos
de exposición por parte del presidente de la bancada oficial, el diputado Agustín
Rossi. Si se quiere, también en ese apretadísimo segmento de tiempo se pueden reconocer los pilares básico de este modelo que definitivamente nos terminó sacando del infierno. Nueve años conduciendo los destino de Argentina. Nueve años a puro vértigo, a puro kirchnerismo.
No difiere este momento histórico de aquel que se inició en mayo del 2003. No están escindidos. Son partes constituyente de un todo que hoy se visibiliza como nacionalización, anteriormente lo fue con nuestro Banco Central, más atrás con Aerolíneas Argentinas, posteriormente el Correo Argentino, las AFJP, la creación de 5.000.000 de puestos de trabajos, la Asignación Universal por Hijos, la Asignación por Embarazo, los 2.500.000 abuelos que pudieron tener una jubilación digna, la jubilación al Veterano de Guerra con 3 sueldos mínimos, los dos aumentos automáticos al año para todos los jubilados, la apertura de las paritarias libres, los 3.000.0000 de notebook para todos los alumnos y docentes de nuestros sistema educativo, los 800 científicos repatriados, los ciento de miles de decodificadores entregados gratuitamente a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad para la obtención de la TV Satelital, la Jubilación de Amas de Casa, el Fondo Solidario de la Soja, la Ley de Medios Audiovisuales, la Ley de Educación Nacional, y sigue una lista interminable que nos hace sentir orgullosamente argentinos con el pecho henchido.
La recuperación de YPF modifica las relaciones de poder y eso significa mejor calidad de vida para todos los argentinos/as. Cambian la relaciones personales e interpersonales y eso significa infinita alegría para todos los argentinos/as. De ahora en más concretaremos nuestra soberanía energética traducida en auto abastecimiento en un tiempo perentorio. Sin dudas, será el reaseguro que profundizará y garantizará la consolidación de nuestro mercado interno. Nunca más a las largas e ignominiosas colas para obtener un litro de nafta. YPF enmarada en la conducción política del Estado argentino, tendrá la obligación de orientará todos los recursos disponibles a la exploración, extracción y comercialización sacándola de las timbas financieras situadas en las bolsas de EE.UU y Europa. Actividad muy apegada a esta empresa española que tiene como sello la depredación de nuestros recursos. No difiere este momento histórico de aquel que se inició en mayo del 2003. No están escindidos. Son partes constituyente de un todo que hoy se visibiliza como nacionalización, anteriormente lo fue con nuestro Banco Central, más atrás con Aerolíneas Argentinas, posteriormente el Correo Argentino, las AFJP, la creación de 5.000.000 de puestos de trabajos, la Asignación Universal por Hijos, la Asignación por Embarazo, los 2.500.000 abuelos que pudieron tener una jubilación digna, la jubilación al Veterano de Guerra con 3 sueldos mínimos, los dos aumentos automáticos al año para todos los jubilados, la apertura de las paritarias libres, los 3.000.0000 de notebook para todos los alumnos y docentes de nuestros sistema educativo, los 800 científicos repatriados, los ciento de miles de decodificadores entregados gratuitamente a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad para la obtención de la TV Satelital, la Jubilación de Amas de Casa, el Fondo Solidario de la Soja, la Ley de Medios Audiovisuales, la Ley de Educación Nacional, y sigue una lista interminable que nos hace sentir orgullosamente argentinos con el pecho henchido.
A no duda que la nacionalización de YPF se inscribe en una forma de entender y hacer en política. Bien digo: la política y no la politiquería. Un hecho que reafirma una visión de comprender acabada y certeramente el mundo que nos toca vivir actualmente. Un delicado estilo que nos inserta y relaciona con el mundo: de pie y no de rodillas.
Son 34,11 minutos de Agustín Rossi a pura vehemencia que hace vibrar las paredes mismas del Congreso y que trashuma por las calles de toda la república en alegría, baile, risas y cantos. Es la felicidad de nuestro pueblo que comprende claramente de donde venimos y hacia donde vamos.
Definitivamente, un paso más hacia esa Argentina grande que construimos todos los días millones y millones de argentinos y argentinas.
Definitivamente, un paso más hacia esa Argentina grande que construimos todos los días millones y millones de argentinos y argentinas.